No es ningún secreto: las tarifas solicitadas por los transportistas históricos como La Poste son bastante elevadas y aumentan constantemente. De resultas, puede pensar en dirigirse a un transportista privado. Y como es astuto, ha decidido pasar por un comparador de precios como Upela, que no solo le permite comparar rápidamente las ofertas de los principales transportistas, sino que además le da acceso a múltiples ventajas, como descuentos en las tarifas públicas que pueden llegar hasta el 70 %.
Va por buen camino. Pero para asegurarse de que encuentra el presupuesto que se corresponde exactamente con sus necesidades y evitar sorpresas desagradables, debe tomar algunas precauciones adicionales. Estos son algunos consejos.
Consejos para obtener un presupuesto de transportista pertinente
Evalúe correctamente el peso y las dimensiones del paquete. En efecto, un transportista puede rechazar la recogida de un envió subevaluado, o hacer pagar un suplemento al destinatario. Para evitar estos inconvenientes, quizá no tenga necesariamente a mano una báscula apropiada para pesar el envío, sobre todo en caso de paquetes de gran tamaño o especialmente pesados. Antes de invertir en una báscula industrial, aplicando algunas reglas simple podrá evaluar a priori el peso global de sus mercancías. En particular, encontrará en nuestro sitio web una lista indicativa de los pesos de las mercancías más habituales (https://www.upela.com/peser-mesurer-envois). Otro truco es pesarse alternativamente con y sin el paquete en las manos y calcular la diferencia. Por último, para mayor seguridad se aconseja redondear siempre a la horquilla superior el peso de los envíos y añadir aproximadamente un 15 % del embalaje.
Seleccione el modo de transporte apropiado, sobre todo si envía el paquete al extranjero (ver nuestro artículo sobre este tema). Algunos medios de transporte, como el barco, son más económicos, pero los plazos pueden alargarse mucho, lo que podría disgustar a algunos clientes o no ser adecuado para mercancías rápidamente perecederas. En el mismo sentido, vigile que las condiciones particulares necesarias para el transporte de algunas mercancías sean respetadas de punta a punta. Por ejemplo, no sirve de nada pagar menos por el transporte de mercancías congeladas si se rompe la cadena del frío y los productos llegan dañados. Dicho esto, los grandes transportistas ofrecen normalmente fórmulas adaptadas a estos productos específicos, que garantizan el respeto de todas las normas de seguridad.